El Trastero de los Trastos

lunes, 24 de octubre de 2011

20091118 La Montaña nos llama

Para la gente que no ama la montaña, ver una solo le sugiere cansancio y pensar como rodearla. Para nosotros, verla es disfrutarla.


Txindoki - Sierra de Aralar - Guipuzcoa


De todas formas empezamos a disfrutarla desde el momento que pasa a ser un objetivo para subirla. La preparacion de la ruta, enviar la convocatoria de la aventura, la discusion con los compañeros de la mejor opcion, reservar para dormir. Todos estos preparativos son el aperitivo para el plato principal.

Cuando finalmente llegas a su pie y ves su grandiosidad, alucinas que seas capaz de doblegarla subiendote a lo mas alto. A nosotros nos entra una sensacion de felicidad pensando lo que nos espera, creo que este sentimiento es compartido por todos los componentes de la excursión. Nos hace gracia que cuando estas a punto de comenzar y ves que hay un nerviosismo en todo el grupo, todos tienen ganas de comenzar, todos ultimando sus mochilas. Realizas la foto oficial del evento y comienzas a caminar.

Al principio siempre cuesta empezar a andar. Estas como oxidado. Despues empiezas a engranar los movimientos y el paso se hace mas comodo.

Comienzan los primeros repechos, la respiracion se acelera, empiezas a notar los bombeos de tu corazon. Te alejas de la civilizacion y te vas internado en la naturaleza. Y comienzas a desconectar de tu vida urbanita.¡¡Que pasada!!

Sin querer realizamos un chequeo mental de como van los compañeros de la excursion. Unos van sobrados y sin control, otros a la marcheta producto de la experiencia, otros viendo que necesitan ponerse mas en forma tiran de su orgullo y sus ganas para continuar. A veces tambien ves algunos que tiran la toalla y sabes que ya no volveran a la montaña. ¡¡La montaña les vencio!!

La verdad es que la montaña nos pone a prueba y saca lo mejor y lo peor de cada uno. Por eso el campañerismo que aflora en las excursiones es una joya que hay que cuidar.

Cuando finalmente la culminas, disfrutas de las vistas pero lo que mas nos llena es haber superado el reto personal de haberla subido.

Despues viene la bajada, donde los esfuerzos que has realizado para subir te pasan factura, estas cansado y con ganas de llegar, te duelen los pies y las rodillas, pero estas feliz. Por fin llegas a la civilizacion y buscas el bar para la cervecita de cierre de la excursion. Las endorfinas nos dejan sonrientes y relajados, se comentan las sensaciones del dia y se empieza a pensar en la siguiente. ¡¡La montaña nos llama!!

Un abrazo para todos los que sienten la llamada.

1 comentario:

  1. Maravilloso relato de como se realiza y siente una excursion desde practicamente cuando envias correos hasta que hacers cumbre y llegas al final, a las cervezas...tambien es increible el monte txindoki, la sierra de Aralar la tengo pendiente y espero algun año subir a ella, un saludo

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